jueves, 4 de marzo de 2010

la intersección

intersección de conjunto: operación binaria en el conjunto de todos los subconjuntos de un conjunto universal dado.

interesección geométrica: la intersección entre dos curvas es un punto que tienen en común. Dos rectas pueden tener cero, una, o infinita intersecciones. Una recta y un círculo pueden tener cero, una (tangente), o dos (secante) intersecciones. También se cumple para dos círculos.

vivo cerca de la intersección de una calle, esto es, entre dos curvas, así que cuando salgo del metro siempre me encuentro de sopetón con un cartel que reza dos calles, esto es, dos curvas, dos elecciones: A la derecha de mi curva Raquel Meller, a la izquierda de esa misma curva Jose María Lanseros. En el punto medio, en el epicentro, en esa intersección exacta de mi mente que tanto imagina, habita un punto en común, otra criatura cuyo nombre es maridaje perfecto de estos dos que aquí expongo. Raquel Lanseros. ¿Curioso? ¿no? Joven poeta jerezana y leonesa de adopción que le da sin duda un sentido más palpable, más rotundo a ese eje en el que yo me hallo. Hoy ha sido día de buenas noticias, así que, aunque estos días ande vestida con mis Tablas... aquí dejo invisible huella de esa futura CRONIRIA en casa, en aquella intersección de calles en la que habito.

No es invisible el modo
en que ya no te busco,
ni esta manera nueva, sin fe ni mediodía
de llovernos despacio —como gotas de hielo—,
de no ceder un palmo en medio del tornado.

El olvido es azul. Nunca termina
de convertirse a golpes en él mismo.
Se mide por ausencias y papeles en blanco.

Tras su paso, el silencio
deja detrás de sí un paisaje de ruinas,
una patria deshecha e inmolada
a los grises fantasmas de la pérdida.

El ánimo rojizo de las uvas maduras
se apodera despacio de la tierra.

Te quise. Me quisiste. Nos quisimos.
Qué fácil es decirlo cuando no queda nada,
cuando ya ni siquiera recordamos
el tacto de los sueños.

Ahora que la memoria se bate en retirada,
—vencida y silenciosa
como un niño sin cromos—,
y lo único tangible frente a nosotros mismos
es lo que ya no existe.

*Raquel Lanseros (Jerez de la Frontera, 1973)

Audaz esta mortal poeta que con delicados y coloridos versos nos diluye poco a poco el blanco y negro de nuestras vidas. Mujer de bosque, trotamundos, animal feraz sintiente en roble y de mano fértil, nos habla de lo invisible materializando los sentidos. Manejadora del lenguaje y del idioma deja patente una osadía que nos hace añicos la intimidad. Vela de foque de poetas vivos, crónirica mujer coya sencillez es su mayor virtud. Va a ser un placer cabalgar a lomos de Croniria.

Ella: Creo que los poemas son capaces de salvarnos y además lo hacen de la mejor manera, sin aspavientos, a base de caricias delicadas.

1 comentario:

alicia dijo...

Me encanta descubrir tras los visillos de tu blog la presencia poética de Raquel. Este poema borra las palabras, es un espacio vacío que justifica una triste materia a su alrededor.
Abrazos