viernes, 11 de marzo de 2011

la tierra se muere...

la tierra se mueve pero ya no sé si lo lo hace alrededor del sol, porque el sol está muerto. la tierra de estos tiempos tiembla bajo nuestros pies dormidos. agua a la mañana y fuego ahora bajo estos dos hermanos desnudos.
la tierra se mueve. la tierra se muere. la tierra se mueve. la tierra se muere. la tierra se mueve. la tierra se duerme. la tierra se muere.
qué nefastos acabarán pareciéndonos con el tiempo -siempre que éste siga existiendo- fechas señaladas como la de hoy. 11 de marzo.... tokio y madrid se hermanan bajo esta misma tierra.

subo este video, el primero que cojo, no elijo. y me parece toda una paradoja los primeros segundos de publicidad. Tu hogar se merece una semana fantástica en el corte inglés. Me pregunto cómo de sesgados quedarán los hogares esta semana tan nefasta -que no fantástica- en aquella otra tierra. lo primero que suena es la música de ese anuncio, qué música tan poco afortunada. escucho más tarde -ofendida por no conseguir saltar ese anuncio- que el tsunami se produjo justo a las 6.46 de la mañana hora española. a esa hora exacta, este cuerpo mío, hoy ajeno, acababa de llegar a una parada de autobús para ir al trabajo. ensimismada en pensamientos que ahora relativizo, ahora me digo y me repito: qué ciegos estamos que no percibimos ni intuimos cómo tiembla la misma tierra que tenemos bajo nuestros pies tan sólo a 12.600 kilómetros más o a 12.600 kilómetros menos de nuestros pies... la misma tierra. el mismo sol. deberíamos sentirlo. como si fuéramos mellizos que enferman cuando nuestra otra mitad enferma. será que ya no quedan mellizos?

este mundo acabará pareciendo un dibujo. un mero boceto de "comic" que producirá risa en manos de algún niño prodigio. o puede que un museo de piezas imposibles como ese maravilloso pero quieto museo vostell malpartida. qué disparate. quizá por eso nuestros ojos no acaban de creer que el mundo se rompe.

mientras tanto, tenemos la obligación de ser felices y el derecho de contarlo.

*gracias J. por el neologismo telefónico que le das al rascacielos hoy, rasca-tierra

2 comentarios:

Meme Vergara dijo...

esta nota me trajo a la memoria, la frase del poeta: "despabilate amor, que el horror amanece". Mario Benedetti.

Teresa Guzmán dijo...

Por desgracia el dolor ajeno nunca nos ha hecho más humanos.

Saludos